jueves, 9 de octubre de 2014

"Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo" (Mons. D. Rafael Zornoza)

Mensaje del Obispo de Cádiz y Ceuta                                    
Mensaje del Obispo de Cádiz y Ceuta
En la revista diocesana "Piedras Vivas" del mes de octubre.

También yo "sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, --como dice el Papa Francisco-- para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación". Lo repito en la Carta Pastoral que quiere marcar el rumbo de la diócesis este curso. Por lo tanto, también yo hago un llamamiento a todos los bautizados para que, con fervor y dinamismo nuevos, lleven a otros el amor de Jesús en un "estado permanente de misión". Y para realizar esta tarea, os invito a "recuperar la frescura original del Evangelio", encontrando "nuevos caminos" y "métodos creativos".
 
La tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia. En este sentido, las actividades pastorales, sacramentales y de atención personal ofrecidas por la Iglesia suponen la activación de una extraordinaria cantidad de recursos humanos, un derroche de amor descomunal. Doy gracias a Dios por ello cada día, pues me hace sentirme dichoso en la Iglesia del Señor que nos hermana a todos. Sacerdotes, religiosos y seglares entregan lo mejor de ellos mismos al servicio de los más necesitados.
 
Los pobres son sagrados. La opción por los pobres es una categoría teológica antes que sociológica. Eso quiere decir que con los pobres no se juega, son de Dios. Por el contrario, hay que entregarse más. En el contexto de la crisis que padecemos, la Iglesia católica ha incrementado su actividad caritativa y asistencial, atendiendo el año pasado a 4.310.772 personas en España y en nuestra diócesis con más de dos millones de euros, fruto de un amor compartido inmenso. Salgamos cada día a su encuentro.
 
Decía San Agustín que Dios es más íntimo a nuestro ser que nuestra propia intimidad. Y, completando a Sócrates, tenía este lema: "Conózcame yo a mí, conózcate a ti". Lo cierto es que, quien abre su corazón a la gracia y a los demás, se da de bruces con Dios, y se llena gozosamente de una vida que le hace libre, incluso para ir contracorriente. Quizá sea este el camino de los evangelizadores con Espíritu, los promotores del bien, los activos de la justicia. Ellos son quienes acogen sin temor la acción del Espíritu Santo que infunde la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia y creatividad, en voz alta, en todas partes y en todo. No hay mayor aventura. Merece la pena pedir a Dios ese don.
 
+ RAFAEL, Obispo de Cádiz y Ceuta

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