jueves, 28 de mayo de 2015

LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN


 

Todo se arregla mirando a Jesús.

Solamente en el silencio se puede vivir, pero no en el silencio de palabras y de obras…, no; es otra cosa muy difícil de explicar… Es el silencio del que quiere mucho, mucho, y no sabe qué decir, ni qué pensar, ni qué desear, ni qué hacer… Sólo Dios allá adentro, muy calladito…, esperando, esperando, no sé…, es muy bueno el Señor.

Pobre alma que sufres…, ¿buscas descanso? En nada ni nadie lo hallarás… Cállate un poquito, busca un sitio de tu alma, muy oculto, muy silencioso, y en él pon un poco de amor a Jesús…, y ya verás; ni penas ni alegrías turbarán tu paz, y aun la espera se hará dulce… ¡Jesús en tu alma!, ¡qué he de decir yo, pobre criatura! ¿Por qué he de perderme en vanas palabras, que nada pueden decir?

¡Qué pretensión la mía al querer hablarte de Él! Y, sin embargo, la tinta no se me acaba y el papel me parece estrecho y pequeño; fluyen inmensos deseos de llenar el alma de mis hermanos de paz, de amor a Dios, de alegría; de gritar hasta enloquecer, las maravillas que encierra la humilde entrega de todo en sus manos, la dulzura de un amor sin gritos, de un amor que espera; no sé, es mucho lo que deseo, para poderlo explicar.

Todo, todo se arregla mirando a Jesús. Todo, todo se ha de acabar menos eso…, eso que no sé decir…

La Visitación de la Virgen María – Puntos de oración


Podemos aprovechar la hermosa meditación del Papa Francisco el 31 de mayo de 2013, al clausurar su primer mes de mayo como Papa.

“Tres palabras sintetizan la actitud de María: escucha, decisión, acción. Palabras que indican un camino también para nosotros ante lo que nos pide el Señor en la vida. Escucha, decisión, acción.

Escucha. ¿De dónde nace el gesto de María de ir a casa de su pariente Isabel? De una palabra del Ángel de Dios: «También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez...» (Lc 1, 36). María sabe escuchar a Dios. No es un simple «oír» superficial, sino que es la «escucha» hecha de atención, acogida, disponibilidad hacia Dios. No es el modo distraído con el que muchas veces nos ponemos delante del Señor o de los demás: oímos las palabras, pero no escuchamos de verdad. María está atenta a Dios, escucha a Dios.

Pero María escucha también los hechos, es decir, lee los acontecimientos de su vida, está atenta a la realidad concreta y no se detiene en la superficie, sino que va a lo profundo, para captar el significado. Su pariente Isabel, que ya es anciana, espera un hijo: éste es el hecho. Pero María está atenta al significado, lo sabe captar: «Para Dios nada hay imposible» (Lc 1, 37).

Esto vale también en nuestra vida: escucha de Dios que nos habla, y escucha también las realidades cotidianas: atención a las personas, a los hechos, porque el Señor está a la puerta de nuestra vida y llama de muchas formas, pone signos en nuestro camino; nos da la capacidad de verlos. María es la madre de la escucha, escucha atenta de Dios y escucha igualmente atenta a los acontecimientos de la vida.

Decisión. María no vive «deprisa», con angustia, pero, como pone de relieve san Lucas, «meditaba todas estas cosas en su corazón» (Lc 2, 19.51). E incluso en el momento decisivo de la Anunciación del Ángel, Ella pregunta: «¿Cómo será eso?» (Lc 1, 34). Pero no se detiene ni siquiera en el momento de la reflexión; da un paso adelante: decide. No vive deprisa, sino sólo cuando es necesario «va deprisa». María no se deja arrastrar por los acontecimientos, no evita la fatiga de la decisión. Y esto se da tanto en la elección fundamental que cambiará su vida: «Heme aquí, soy la esclava del Señor...» (cf. Lc1, 38), como en las elecciones más cotidianas, pero ricas también de significado. Me viene a la mente el episodio de las bodas de Caná (Jn 2, 1-11): también aquí se ve el realismo, la humanidad, el modo concreto de María, que está atenta a los hechos, a los problemas; ve y comprende la dificultad de los dos jóvenes esposos a quienes falta el vino en la fiesta, reflexiona y sabe que Jesús puede hacer algo, y decide dirigirse al Hijo para que intervenga: «No tienen vino» . Decide.

En la vida es difícil tomar decisiones, a menudo tendemos a postergarlas, a dejar que otros decidan en nuestro lugar, con frecuencia preferimos dejarnos arrastrar por los acontecimientos, seguir la moda del momento; a veces sabemos lo que debemos hacer, pero no tenemos la valentía o nos parece demasiado difícil porque significa ir a contracorriente. María en la Anunciación, en la Visitación, en las bodas de Caná va a contracorriente, María va a contracorriente; se pone a la escucha de Dios, reflexiona y trata de comprender la realidad, y decide abandonarse totalmente a Dios, decide visitar, incluso estando encinta, a la anciana pariente; decide encomendarse al Hijo con insistencia para salvar la alegría de la boda.

Acción. María se puso en camino y «fue de prisa...» (Lc 1, 39). María, a pesar de las dificultades, las críticas recibidas por su decisión de ponerse en camino, no se detiene ante nada. Y parte «deprisa». En la oración, ante Dios que habla, al reflexionar y meditar acerca de los hechos de su vida, María no tiene prisa, no se deja atrapar por el momento, no se deja arrastrar por los acontecimientos. Pero cuando tiene claro lo que Dios le pide, lo que debe hacer, no se detiene, no se demora, sino que va «deprisa». San Ambrosio comenta: «La gracia del Espíritu Santo no comporta lentitud» (Expos. Evang. sec. Lucam, II, 19: PL 15, 1560). La acción de María es una consecuencia de su obediencia a las palabras del Ángel, pero unida a la caridad: acude a Isabel para ponerse a su servicio; y en este salir de su casa, de sí misma, por amor, lleva cuanto tiene de más valioso: a Jesús; lleva al Hijo.

Algunas veces, también nosotros nos detenemos a escuchar, a reflexionar sobre lo que debemos hacer, tal vez tenemos incluso clara la decisión que tenemos que tomar, pero no damos el paso a la acción. Sobre todo no nos ponemos en juego nosotros mismos moviéndonos «de prisa» hacia los demás para llevarles nuestra ayuda, nuestra comprensión, nuestra caridad; para llevar también nosotros, como María, lo que tenemos de más valioso y que hemos recibido, Jesús y su Evangelio, con la palabra y sobre todo con el testimonio concreto de nuestro obrar.

María, la mujer de la escucha, de la decisión, de la acción.

María, mujer de la escucha, haz que se abran nuestros oídos; que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las miles de palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que encontramos, especialmente a quien es pobre, necesitado, tiene dificultades.

María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones; danos la valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar para que otros orienten nuestra vida.

María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan «deprisa» hacia los demás, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar, como tú, la luz del Evangelio al mundo. Amén”.

 

¿Qué es la campaña de la Visitación?


MARIA

El 31 de mayo la Virgen debuta en su papel nuevo, Madre de Dios desde la Anunciación, ahora comienza también a ser Madre de los hombres con la Visitación. Es la aurora de las comunicaciones divinas al mundo por María. La plenitud del día será en Pentecostés, atrayéndonos al Espíritu Santo. La primera santificación, Juan Bautista, saltando de gozo en el seno de su madre, al recibir por María la infusión de la vida divina. Y también la primera comunicación del Espíritu Santo a un alma, Isabel.

Todas las santificaciones, todas las comunicaciones del Espíritu Santo que vengan después, hasta el último día de los tiempos, serán también por María.

LA VISITACION

La Visitación de María a Juan e Isabel no dura unos días. Se prolonga tres meses. Si sólo al entrar en la casa, produjo esa revolución de alegría en la madre y el hijo, ¡qué no haría a lo largo de esos meses! Poco a poco, con inefable cariño maternal, va formando en Juan, con las gracias que le comunica, al futuro Heraldo de Cristo, el Precursor. Si Juan, con su vida y su palabra, será el mayor entre los santos, es porque María, le ha preparado durante tres meses.

NOSOTROS

Hoy, el mundo paganizado necesita de nuevos Precursores, que anuncien con su vida a gentes que no creen más que en la materia, que Cristo volverá al mundo en el momento de la muerte de cada uno, en el instante menos pensado, en el Juicio final. Nuevos precursores que sean «testigos vivientes de lo eterno» (Pio XII), con su vida ejemplar y alegre, limpia de egoísmo. María es quien los prepara en estos meses. Quiere hacerlo en cantidades industriales, fabulosas, pues “mucha es la mies y pocos los operarios” (Lu. 10, 2). Ella, como la Iglesia, de quien es tipo y figura, llora con Jesús en este verano que es invierno para las almas.

Esos Precursores, esos Misioneros del Amor, tienen que copiar el veraneo de la Virgen. Olvidarse, salir de sí para llevar a Jesús a todos. La Virgen no recibe más que para dar. Ha concebido a su Hijo. No puede permanecer encerrada. Sale de Nazaret. Se desplaza presurosa a Judea para llevar a Jesús a los que, sin saberlo, lo esperan y le llaman.

OBJETIVO DE LA CAMPAÑA

Próximo: Que la Virgen se apiade de la juventud, salvándola de la impureza, la vulgaridad, el egoísmo, para que caiga en la cuenta de que “es preciso actuar inmediatamente” (Pablo VI), para que las almas tengan Vida, y la tengan con abundancia.

Remoto: Conquistar para Cristo y la Virgen el verano pagano que nos envuelve en modas, diversiones...

MEDIOS:

Olvido continuo de uno mismo, con el dulce nombre de María siempre en el corazón, que se concreta en:

  • Quedarse con lo peor.
  • No quejarse nunca (calor, sed, comida, cansancio, enfermedad, trabajo, personas que nos rodean...)
  • Triunfar de la pereza, vanidad, inconstancia, en lucha constante contra el ocio veraniego.

DURACION

Desde el 31 de mayo hasta el 7 de octubre, Santa María de la Victoria, Virgen del Rosario.

lunes, 25 de mayo de 2015

GRUPO SAN JOSÉ DEL MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO

COMUNIDAD SAN JOSÉ 
DEL MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO 
SI QUIERES LLENAR DE SENTIDO TU VIDA
VEN........
FAMILIAS ARRAIGADAS EN EL CORAZÓN DE CRISTO
Si quieres llenar de sentido tu vida,

Si buscas algo más,


¿Quieres que Jesucristo te coja de la mano? ¡No le soltarás nunca!
¿Quieres que tu familia se convierta en un instrumento de Dios para la transmisión de la Fe?
¿Hace tiempo que no vas a la Iglesia y sientes que algo te dice que vuelvas a casa?
¿Quieres recordar las enseñanzas que recibiste hace años?
¿Quieres aprender a dar razón de tu fe a tus hijos?
¿Quieres tomar conciencia de tu fe?

¿Quieres comprobar que tener fe es lo más razonable?

¿Quieres ver que es la fuente de la alegría y de la felicidad?

¿Aún no sabes que es la solución a todos los problemas?

¿Quieres conocer el significado de la palabra “plenitud” sin tener que acudir al wikpedia?

¿Si quieres disfrutar de un coloquio familiar?

Entonces tienes que venir a conocer esta parcelita abierta de la Iglesia.

Si quieres más información escribe al correo: 

domingo, 24 de mayo de 2015

ORACIÓN ANTE EL SANTÍSIMO TODOS LOS VIERNES A LAS 7 DE LA TARDE

ORACIÓN ANTE EL SANTÍSIMO TODOS LOS VIERNES A LAS 7 DE LA TARDE




TE ESPERAMOS
TODOS LOS VIERNES
a las 7 de la tarde
en la Parroquia de San Severiano, Cádiz


PRIMACÍA DE LA VIDA INTERIOR

ORACIÓN

Exposición del Santísimo
Rezo de Vísperas
Diálogo con el Señor


Familias arraigadas en el Corazón de Cristo

jueves, 21 de mayo de 2015

MISA PASCUA DE PENTECOSTÉS - DOMINGO 24 DE MAYO A LAS 12:00 H. EN LA CATEDRAL

PASCUA DE PENTECOSTÉS
 
Celebración de la Ecuaristía
 
Presidida por el Sr. Obsipo, Mons. D. Rafael Zornoza Boy
 
En la Catedral de Cádiz
 
Domingo, 24 de mayo a las 12:00 h.
 
 
Están invitadadas de manera especial todas las realidades diocesanas, simbolizando y mostrando la comunión con nuestro obispo y la riqueza del cuerpo místico en la Iglesia en la Diócesis de Cádiz y Ceuta.
 
 
Nuestro obispo nos anima y nos llama para celebrar con él una festividad tan importante.


http://www.obispadodecadizyceuta.org/noticia/domingo-celebramos-pentecostes



   

lunes, 11 de mayo de 2015

Mons. José Ignacio Munilla en Cádiz el 6 de junio - Colegio de los Salesianos de Algeciras

Mons. José Ignacio Munilla participa en el Encuentro de la Escuelas Diocesanas


El próximo 6 de junio las Escuelas Diocesanas de la Diócesis de Cádiz y Ceuta se reúnen en un encuentro de final de curso, que se celebrará en el Colegio de los Salesianos de Algeciras.
 
El encuentro, que estará presidido por el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy, está dirigido a todos los participantes de la Escuela de Evangelizadores y Escuela de Discipulado, aunque está abierto a todos aquellos que deseen asistir y conocer de cerca estas iniciativas de nueva evangelización que se están desarrollando en la diócesis.
 
Para esta ocasión, el invitado será el Sr. Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, que ofrecerá una conferencia y compartirá la jornada con los asistentes al encuentro.
 
Desde hoy, 11 de mayo, está abierto el plazo de inscripción, que deberá formalizarse bien por correo electrónico (secretariapastoral@obispadocadizyceuta.es), o mediante el teléfono 655 607 811, indicando: nombre y apellidos, teléfono (preferiblemente móvil), número de asistentes, y parroquia.

sábado, 2 de mayo de 2015

CON FLORES A MARÍA

 LECTOR. Purísima  Inmaculada Virgen María: Presentes ante tu trono tus hijos. Ante tu altar derramando con amor las flores de nuestros obsequios. Queremos contemplarte muy de cerca todos los días de este mes bendito, para que la fragancia de tus virtudes perfume nuestras vidas; para que el calor de tu mirada maternal nos aliente en nuestras luchas, nos consuele en nuestras penas, nos fortalezca de nuestros desfallecimientos.

TODOS: De nuevo nos consagramos a Ti. Tuyos somos. Tuyos queremos ser. Tuyos nuestros alientos de conquista. Tuyos nuestros ímpetus de combate. Tuyos nuestros ardientes deseos de pureza inmaculada. Tuyos nuestros ardorosos anhelos de ferviente apostolado.

 L. Nuestro más santo orgullo, Virgen María.
T. Tenerte a Ti por Madre.

L. Nuestra más honda alegría.
T. Cantar siempre tus  glorias.

L. Nuestro más ardoroso anhelo.
T. Prender almas de joven en tu manto azul,    reluciente de estrellas.

L. Al brillar el sol de oriente.
T. Abre su cáliz la flor.

L. Y ábrese el alma que siente.
T. Las miradas de tu amor.

L. Cantemos, Madre, tus glorias, guiados por la Iglesia Santa en este mes de ensueño.
T. Toda hermosa eres, María.

L. Y no hay en Ti mancha de pecado.
T. Tú, gloria de Jerusalén.

L. Tu, alegría de Israel.
T. Tú, honor de nuestro pueblo.

L. Tú, abogada de los pecadores.
T. ¡Oh, María, Virgen prudentísima, Madre     clementísima!.

L. Intercede por nosotros ante el Padre, cuyo Hijo nos diste.
T. Para que las flechas de nuestras vidas apunten siempre al cielo en que Tu habitas.

L. Madre Purísima, azucenas de pureza sean     nuestras vidas para Ti, blancas como el ampo de la nieve inmaculada, incontaminadas como el ara de nuestros altares. Dios te salve María...
T. Santa María...

L. Reina y Madre de los Apóstoles, siembra en     nuestros corazones semillas de cielo, que     rompan alegremente en rosas de apostolado de conquista a la mayor gloria de Dios. Dios te salve María...
T. Santa María...

L. Madre Nuestra, Santa María, que un destello de luz irradiando de Nazaret,  ilumine nuestras vidas. Que contemplemos en Jesús, obediente y humilde, el modelo de nuestra vida de familia. Dios te salve, María...
T. Santa María...

L. Santa Madre de Cristo trabajador, que     nuestras horas de trabajo y estudio, unidas a las de Jesús en Nazaret, ofrecidas con alegría por la conquista de nuestros hermanos, atraigan las bendiciones del cielo sobre nuestra obra  redentora. Dios te salve María...
T. Santa María...

L. Reina y Madre de (nuestra familia,     parroquia, etc.), que el Espíritu Santo, con la plenitud de sus dones, descienda sobre nuestros corazones en el mes más bello del año, en el Pentecostés solemne, que abrase nuestras almas en fuego de conquista, para que rindamos ante tu trono las almas de todos nuestros compañeros y amigos. Dios te salve     María...
T. Santa María...

L. En este mes de las flores, alas te pido Madre.
T. Alas para volar.

L. Alto, muy alto.
T. Sin descansar.

L. No me dejes plegar.
T. Las alas que Tú me diste.

L. Hasta que llegue a esa tu luz.
T. Donde las sombras terminan.

L. Donde estás Tú.
T. Alas te pido Madre.

L. Alas cargadas de almas.
T. Que vuelen también a Ti.

L. Almas, Madre, de mirada clara y profunda,    que fija la vista en la altura, puedan cantar     con nosotros.
T. No he nacido para el suelo, que es morada     de dolor; yo he nacido para el cielo, yo he     nacido para Dios.

L. Almas que serán perlas para engastar en tu corona de Madre, de Virgen, de Reina.
T. De Madre las más tierna, de Virgen la más     pura, de Reina la más misericordiosa.

L. Almas que unidas con nosotros en eternidad de eternidades te contemplen para siempre a la mayor gloria de Dios.

T. Amén.

viernes, 1 de mayo de 2015

PARA LA RENOVACION ECLESIAL

27. Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad. Como decía Juan Pablo II a los Obispos de Oceanía, «toda renovación en el seno de la Iglesia debe tender a la misión como objetivo para no caer presa de una especie de introversión eclesial»[25].
28. La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas»[26]. Esto supone que realmente esté en contacto con los hogares y con la vida del pueblo, y no se convierta en una prolija estructura separada de la gente o en un grupo de selectos que se miran a sí mismos. La parroquia es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración[27]. A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización[28]. Es comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero. Pero tenemos que reconocer que el llamado a la revisión y renovación de las parroquias todavía no ha dado suficientes frutos en orden a que estén todavía más cerca de la gente, que sean ámbitos de viva comunión y participación, y se orienten completamente a la misión.
29. Las demás instituciones eclesiales, comunidades de base y pequeñas comunidades, movimientos y otras formas de asociación, son una riqueza de la Iglesia que el Espíritu suscita para evangelizar todos los ambientes y sectores. Muchas veces aportan un nuevo fervor evangelizador y una capacidad de diálogo con el mundo que renuevan a la Iglesia. Pero es muy sano que no pierdan el contacto con esa realidad tan rica de la parroquia del lugar, y que se integren gustosamente en la pastoral orgánica de la Iglesia particular[29]. Esta integración evitará que se queden sólo con una parte del Evangelio y de la Iglesia, o que se conviertan en nómadas sin raíces.
30. Cada Iglesia particular, porción de la Iglesia católica bajo la guía de su obispo, también está llamada a la conversión misionera. Ella es el sujeto primario de la evangelización[30], ya que es la manifestación concreta de la única Iglesia en un lugar del mundo, y en ella «verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica»[31]. Es la Iglesia encarnada en un espacio determinado, provista de todos los medios de salvación dados por Cristo, pero con un rostro local. Su alegría de comunicar a Jesucristo se expresa tanto en su preocupación por anunciarlo en otros lugares más necesitados como en una salida constante hacia las periferias de su propio territorio o hacia los nuevos ámbitos socioculturales[32]. Procura estar siempre allí donde hace más falta la luz y la vida del Resucitado[33]. En orden a que este impulso misionero sea cada vez más intenso, generoso y fecundo, exhorto también a cada Iglesia particular a entrar en un proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma.
31. El obispo siempre debe fomentar la comunión misionera en su Iglesia diocesana siguiendo el ideal de las primeras comunidades cristianas, donde los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma (cf. Hch 4,32). Para eso, a veces estará delante para indicar el camino y cuidar la esperanza del pueblo, otras veces estará simplemente en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa, y en ocasiones deberá caminar detrás del pueblo para ayudar a los rezagados y, sobre todo, porque el rebaño mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos. En su misión de fomentar una comunión dinámica, abierta y misionera, tendrá que alentar y procurar la maduración de los mecanismos de participación que propone el Código de Derecho Canónico[34] y otras formas de diálogo pastoral, con el deseo de escuchar a todos y no sólo a algunos que le acaricien los oídos. Pero el objetivo de estos procesos participativos no será principalmente la organización eclesial, sino el sueño misionero de llegar a todos.